Comel, más de 30.000 kilómetros de fibra para apoyar al operador

Comel, más de 30.000 kilómetros de fibra para apoyar al operador

La compañía madrileña Comel es uno de los grandes especialistas del país en cables. Comenzaron su actividad en 1979 como distribuidor. Hoy miran con satisfacción la intrincada trama de cables que atraviesa España, sintiendo que han tenido parte en muchas de las redes de telecomunicaciones de España

Desde Comel han ayudado a construir sus infraestructuras a operadores locales, neutros y grandes corporaciones, facilitando primero el cable coaxial y después la fibra óptica. Hablamos con su director Comercial, Francisco Javier Sanchez.

P.- ¿Cómo fueron los inicios de Comel?

R.- La nuestra es la historia de una empresa familiar que nace enfocada a la industria, área de  la que venían los fundadores. Después hemos ido diversificando hacia las telecomunicaciones, solar el área naval y de defensa. Nacimos con mucha ilusión y la mantenemos a día de hoy. 

Las instalaciones de Comel en Madrid

Hemos procurado ir dando respuesta a las necesidades del mercado. De ahí que nos introdujéramos en las telecomunicaciones, que comenzaron con las radiofrecuencias y después con las redes de coaxial. Con los operadores locales, Amena, Airtel, Telefonica y otras muchas…. Estuvimos presentes en esos grandes despliegues de telecomunicaciones en España. De nuestras instalaciones salían trailers a diario con las soluciones solicitadas para estos proyectos de radiofrecuencia. 

Y desde 2015 la fibra, que supuso un gran cambio para los operadores y que dio un nuevo impulso a los despliegues.  Con esfuerzo y mucho trabajo hemos logrado hacernos un hueco en el mercado, algo que no es nada fácil. Hemos ido creciendo poco a poco, sin hacer locuras. Y hoy somos una empresa consolidada y que mira a la internacionalización. 

P.- El mercado teleco no es fácil de satisfacer…

R.- En Comel nos diferencia nuestra capacidad de estocaje. Es una de nuestras apuestas. Tener de todo para que el operador no tenga que esperar y pueda satisfacer sus necesidades operativas en el mínimo plazo posible. 

Contamos con proveedores europeos con plazos de entrega ajustados, pero también tenemos partners de fuera de Europa que necesitan unas ocho semanas para fabricar y trasladar el producto. Y un operador no puede esperar tanto tiempo. Por eso nuestra opción fue contar con stock. Tenemos más de 6.000 metros cuadrados de instalaciones en San Fernando de Henares (Madrid). 

Además, podemos diseñar con nuestro fabricante el cable que cada operador necesite. Nos introdujimos en el sector de las telecomunicaciones junto a uno de los fabricantes más importantes del mundo y tenemos otros proveedores de primer nivel. Eso hace que tengamos una garantía de calidad en nuestros productos. 

Pero el pilar de nuestro negocio es conocer el mercado para poder hacer precisamente ese estocaje.

Estamos muy cerca de nuestros clientes, habitualmente conocemos sus previsiones de renovación de red o crecimiento –que luego podrán cumplirse o no–, y sus necesidades técnicas. Tenemos el material en nuestro almacén antes de que el cliente lo pida.

Y gracias a trabajar con grandes volúmenes y a la labor de nuestros departamentos de Compras y Financiero podemos contar con unos precios ajustados. 

P.- ¿Cómo es el operador local?

R.- Son empresas muy exigentes, porque para ellos dar calidad en el servicio es fundamental. Además, necesitan una respuesta inmediata cuando tienen un incidente y han de subsanar algún corte de fibra (algo que en pequeñas y medianas poblaciones ocurre cada cierto tiempo). 

Al igual que nosotros son pymes, empresas familiares. El trato es muy cercano y fluido. Al cabo de los años todos tenemos amigos en el sector. Hemos caminado juntos, y les hemos ayudado a evolucionar y expandirse. Al operador local, cuando le ofreces soluciones a sus necesidades y respondes, te conviertes en su primera opción. 

Es importante que puedas levantar un teléfono, que te lo cojan y que estén las cosas disponibles para tí. Saben que tenemos el cable y que, si no es exactamente el que requieren, les damos 10 alternativas viables. Somos una empresa pequeña con una veintena de trabajadores y eso nos da agilidad. 

Además, en Comel tenemos nuestra propia ingeniería para asesorar al cliente y sumamos al fabricante en el estudio de cada caso para proponer la opción más adecuada. Son los ingenieros del fabricante quienes hacen la puesta en marcha del servicio, comprueban la red y activan las garantías. Luego nosotros entramos de nuevo con el soporte. 

P.- La fibra ha supuesto un verdadero cambio en el sector.  

R.- Desde luego. Recuerdo que en los inicios uno de nuestros fabricantes nos facilitó bobinas de fibra para que los operadores la probaran en sus redes. Tuvo una rápida aceptación. 

Comenzamos en 2015. Desde 2016 hasta la actualidad hemos suministrado más de 30.000 kilómetros de fibra óptica (superando la distancia entre los polos de la Tierra). Nos sentimos orgullosos de pertenecer a este sector y apoyar a empresas que erradican la brecha digital. 

La expansión de la fibra óptica en España ha sido una de nuestras principales palancas de crecimiento en los últimos años. Somos conscientes de que la curva de la fibra bajará, como es lógico tras años de despliegues intensivos. Los volúmenes alcanzados en los últimos cuatro años no se mantendrán siempre.

En previsión de esto, estamos diversificando y hace dos años abrimos el área de energía solar. Por supuesto, mantenemos nuestra actividad en la industria. 

P.- El cable de fibra óptica ¿ha evolucionado mucho? ¿Se sigue vendiendo el coaxial?

R.-En telecomunicaciones hoy todo es fibra. El cable coaxial se sigue utilizando en el ámbito naval y en el de Defensa. En cuanto al cable de fibra óptica, la fibra ha experimentado algunas mejoras en el ancho de banda, y antes era multimodo y ahora monomodo. Pero sobre todo ha cambiado la forma de construcción del cable.


Hoy se pueden fabricar cables con características muy distintas, y con cubiertas especialmente diseñadas contra roedores o termitas. O con colores distintos. En Andalucía para las fachadas se pide blanco; el cable de Correos fue durante años amarillo con letras en azul; el del Ayuntamiento de Madrid es azul con letras blancas y el de Valladolid marron oscuro con letras blancas, Vodafone lo llegó a pedir con cubierta roja. 

P.- Siendo una pyme, ¿cómo cubren todo el territorio?

R.- Con una amplia red comercial con delegados en Andalucía, Madrid, Valencia, Cataluña y Galicia. Y todos teletrabajando. Lo hacíamos ya antes de la pandemia y, tras ella, en la central también hemos mantenido algunos días de teletrabajo. La clave es mantenernos en contacto continuo entre los distintos departamentos de la empresa. Sólo en almacén no pueden teletrabajar, como es obvio. 

P.- Ha hablado de internacionalización. ¿Hacia dónde pone sus miras Comel?

R.- Hemos tenido experiencias con anterioridad en Chile y puntualmente en otros países de Latinoamérica como Perú. Pero en la actualidad estamos centrados en Europa. 

De la mano de MasMóvil hemos entrado en el mercado portugués, en el que nos estamos expandiendo. Y nuestra intención es arrancar este año en Alemania, donde habíamos realizado alguna operación. Ahora nos estamos homologando en diversos clientes y esperamos estar comenzando a suministrar cables a mediados de año. Estamos muy ilusionados. 

Para nosotros supone abrir una nueva etapa y un reto muy interesante, porque siempre habíamos estado enfocados al mercado nacional.