04 Abr Televalentín, orientación a empresas y el cliente como ‘rey’
“Cuando un cliente entra por la puerta es como si entrara el Rey”, así de contundentes son en Televalentín. El mimo a sus abonados y la calidad del servicio son dos mantras grabados a fuego en este operador local, que hoy es líder indiscutible en las localidades de San Juan del Puerto y Niebla (Huelva).
Televalentín está dirigido por dos mujeres, las hermanas Isabel y Mariola Ramos, la segunda generación de la empresa, que ha tomado el relevo de su padre y fundador, Valentín Ramos. Ambas se reparten las funciones de dirección, a la que han llegado tras llevar años involucradas en la compañía.
La complicidad entre ambas, se palpa. “Nos llevamos muy bien. Somos muy diferentes y por eso nos compenetramos bien, cada una tiene sus fortalezas”, asegura Mariola. “Hemos aprendido mucho con la experiencia y formándonos constantemente”, asegura Isabel. “Nuestro padre nos fue dando responsabilidad y nos dejó equivocarnos. Siempre ha confiado mucho en nosotras”, coinciden.
Padre e hijas han formado equipo en la empresa desde que, en 2011 Valentín se separó de su socio, quedándose con la red de San Juan y fundando Televalentín. Su mujer Lola pasó a ser su socia y las dos hijas, parte de la plantilla. En esos años, “cada una fue buscando su lugar”, recuerda Mariola, mientras la compañía se expandía a Niebla.
Isabel había creado una empresa de energía renovable y mantenimiento de inmuebles que terminaría trabajando para grandes empresas. Pero “siempre quise trabajar con mi padre, es un ejemplo a seguir, y me encantaba el negocio”. En la actualidad es también una de las responsables de la negociación con proveedores del grupo GOD, formado por operadores locales onubenses. En el caso de Mariola, lo hizo tras finalizar la carrera de Gestión y Administración Pública y ha continuado estudiando Derecho.
Familia
“Creo mucho en la familia. Tener a tus hijas trabajando contigo y poder dejarles una empresa en la que has invertido años es un privilegio. Me han mejorado 300 millones de veces. El relevo ha supuesto cambios en la forma de dirigir. Ellas tienen la suya y se han hecho con el equipo, que está muy cohesionado”, explica Valentín Ramos. “Trabajamos unidos. Gracias a la implicación de todos los trabajadores ofrecemos un nivel de servicio muy exigente”, asevera Isabel.
En cuanto a Aotec, a la que se adhirieron desde el principio, destacan las ventajas de la unión en términos de visibilidad, de apoyo y aprendizaje entre empresas y de acceso a formación y servicios.“Siempre es enriquecedor tener un espacio común con otras empresas en el que compartir experiencias“, señala Isabel. “Juntos, sin duda somos más fuertes”, apostilla Valentín Ramos.
Expansión rural
“No tenemos miedo al futuro, somos positivos. Nos encanta este sector, que además de un medio de vida te da muchas satisfacciones. La tecnología avanza muy rápido y siempre nos hemos adaptado”, afirman.
Televalentín sigue creciendo y consolidándose. De hecho, en 2023 han activado antenas para llevar conexión wifi de última generación a viviendas rurales aisladas, llegando donde nadie había llegado antes y rompiendo la brecha digital en poblaciones que están a tan sólo unos kilómetros de Huelva capital.
Algunas de ellas son zonas con una cobertura móvil muy pobre, por lo que ahora están gestionando un acuerdo para que una compañía de móviles utilice sus emplazamientos y potenciar así el servicio que ofrecen a sus clientes.
Con anterioridad habían llevado fibra a los núcleos rurales iliplenses de La Peñuela y Lavapiés, donde facilitan hasta 1GBps. Su intención es que no quede un rincón de sus municipios sin acceso a Internet de banda ancha.
Informática y alarmas
Este operador ha puesto además el foco en la empresa, diversificando su oferta. Así, facilita servicios de mantenimiento informático, alarmas, cámaras de seguridad, y centralitas virtuales, entre otros. En la actualidad prácticamente la totalidad de los negocios de ambas localidades son clientes, han iluminado un polígono industrial en Niebla y cuentan con planes para extenderse a otros cuatro de San Juan, donde ya ofrecen conectividad inalámbrica.
“Nosotros competimos con el servicio, de cercanía y de calidad. Estamos de guardia los 365 días del año”, explica Mariola. “Siempre hay alguien al otro lado de la línea para atender a nuestros clientes”, añade Isabel. Además, “tenemos implantado un control de calidad tanto en las altas como en la resolución de incidencias” para garantizar que la experiencia del cliente sea óptima.
A esto suman otras facilidades, como encargarse de llevar internet en las segundas residencias de sanjuaneros e iliplenses -siempre que estén en España-, o allí donde los hijos vayan a estudiar. Y, por supuesto, la televisión, que sigue distinguiéndoles.
Todo ello precisa de una formación continua de toda la plantilla. “Utilizamos mucho los cursos de Aotec Academy. Los webinars de Aotec también nos son muy últiles para conocer novedades y tendencias”.
Legalidad y pelis picantes
Los inicios de Televalentín se remontan a 1987 cuando Valentín Ramos ostentaba el videoclub de Trigueros (Huelva). Entonces comenzaban los vídeos comunitarios y Valentín vio una oportunidad para evolucionar. “Ya tenía las películas, que había comprado para el videoclub. Había que montar la red”. Un proyecto en el que se embarcó junto a su primo y socio durante más de 20 años, Francisco García. Nacía Multivisión Trigueros. /
Crearon la red de cable de forma legal desde el principio, con todos los beneplácitos municipales. “Le explicamos nuestra idea al alcalde, Manolo Peñate, que nos dijo: id a un perito industrial y que haga un diseño de cómo van a ir los cables por la calle. Lo presentamos y lo aprobó el pleno”.
Los vídeos comunitarios eran legales “porque no había ninguna ley que los prohibiera. Y Autores sacó una normativa por la que nos dábamos de alta como compañía cinematográfica y nos cobraban por la emisión de películas como si fuéramos un cine, estimando las personas que la podían ver”.
Para vender su nuevo servicio fueron puerta a puerta ofreciéndoselo a todos aquellos vecinos que sabían que tenían un vídeo. “Soy bastante tímido, pero cuando hay que hacer algo, se hace”, asegura Valentín.
“Fue un verdadero boom. Ten en cuenta que alquilar una película eran 200 pesetas. En comparación el vídeo comunitario era muy barato”, asegura. Otra de las claves de su éxito fue, junto con el precio, la emisión de películas para adultos a altas horas de la noche del sábado. Todo en un momento en que sólo existía la Primera Cadena de TVE.
Además, “desde el minuto cero incorporamos la producción propia. Grabábamos todos los actos relevantes del municipio”.
Bodas en directo
Precisamente los técnicos de TVE llegaron a visitar Multivisión Trigueros dado que el operador local había logrado hacer retransmisiones en directo mediante un sistema de antenas sencillo, cuando realizar una retransmisión suponía inversiones millonarias en equipamiento.
“Pensamos que si una antena recibía también podía emitir. Pusimos una en el hueco del campanario de la iglesia, colocándola en posición invertida y enfocando a la ubicación de nuestras oficinas. Comenzamos retransmitiendo en directo la misa de los domingos. El cura estaba encantado. Poco después seguimos con las bodas. Emitíamos la ceremonia a cambio de darles luego el vídeo. A la gente le encantaba. Afortunadamente no dimos nunca una ruptura”.
Ganando a Ono
El momento en que se abrió el mundo de la telefonía y entraron Supercable y Ono a competir con Telefónica fue crítico para los operadores locales porque si no se cualificaban como operadores de telecomunicaciones tendrían que cerrar en tres años.
“Teníamos tres trabajadores y se lo contamos. Tuvimos muchas incertidumbres. En aquel momento Ono vino a la provincia y comenzó a desplegar en San Juan del Puerto y nuestros trabajadores se fueron a la competencia. Sin embargo, pudimos con ellos gracias a nuestra televisión local y a que ellos ponían un deco en una tele y nosotros por el mismo precio la ofrecíamos en todas las televisiones de la casa”.
Divorcio e internet
Con el tiempo, los socios decidieron separarse. “Yo me quedé con San Juan y él con Trigueros”. El nombre de Televalentín surgió de un ‘brain storming’ en el seno de la familia Ramos. “Cada uno propuso nombres. Mi madre el de Televalentín. Los que más nos gustaron los enviamos al registro y este estaba libre”, explica Isabel.
En medio del ‘divorcio’ amistoso llegó internet. “No fuimos de los primeros, pero tuvo su parte positiva porque vimos que funcionaba bien”, recuerda Valentín.
En la actualidad, este operador local continúa invirtiendo en su televisión local, explorando nuevas vías de fortalecer su negocio, y trabajando para abrir una nueva tienda en el centro de San Juan, al tiempo que reforman sus instalaciones técnicas para renovarlas.
“Seguimos creciendo, hay clientes que se van por el precio, pero hay más que se quedan por el servicio”, concluye Mariola.